Todas tenemos un reino.
El mio esta dentro de mi, en mis pensamientos y sentimientos, solo ahí mando yo plenamente, sin ataduras y sin influencias, sola con mis valores y mi conciencia.
Dentro del silencio atesoro mis recuerdos que se componen de instantes buenos y malos, todo hacen el equilibrio que ahora forma mi vida diaria, mi pasado, mi presente y el futuro que vendrá.
En mi reino tomo decisiones no importa la dimensión que estas tengan, grandes o chicas, algunas las comparto, otras solo se ven porque son de la vida diaria, tomo consejo y lo medito internamente ya que me equivocado en muchas ocasiones, eso me ha hecho precavida pero se también que volvere a caer en algún intento.
Reino a plenitud mi vida y enseño a mis hijos reinar en sus decisiones, si se tropiezan será para aprender y si escuchan podrán evitar una lastimosa enseñanza, pero tampoco tengo todas las respuestas y las tendrán que encontrar por si mismos
Dentro de mi reino gobierna mi familia y mi religión, entonces nadie puede meterse o será desterrado de mi vida directo al calabozo del olvido (eso se escuchó divertido jajaja), así que no despierten al dragón.
A los 40 comparto que todas reinamos nuestras vidas, algunas las seguimos compartiendo, otras dejaron de hacerlo o tal vez no han querido hacerlo con nadie, pero al final del día estamos en un punto que nadie nos puede influenciar al grado de ponernos a dudar en algo y si llegamos a dudar, consultamos a otra Reina, alguna que tenga un imperio de experiencia, como nuestra Madre, una Tia o nuestra Abuela.
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