jueves, 4 de octubre de 2018

Tocando almas

Cuando logras tocar un alma, definitivamente siembras sentimientos.

Cuando tocas el alma de una persona generalmente es para siempre, entonces los lazos crecen, se anudan y se hacen fuertes.

Solo hay que cuidarse mutuamente el corazón para no dañarnos.

Cuando nace un bebe ellos te tocan a ti primero y después a base de mucho amor logras establecer una conexión de por vida y si es tu bebe la conexión se realiza desde antes de concebirlo, es el amor en su estado más puro, lo más lindo porque lo formas, lo moldeas, lo cuidas, lo alimentas, ves cómo crece hasta el punto de amarlo tanto que lo dejas ir para que comience su siembra de amor lejos de ti... Y dejar ir a esa alma de amor y de entrega es lo que más lagrimas de alegría y satisfacción te dan, pero como ya están arraigadas, si las sembraste bien regresan al árbol, a su nido cuando es tiempo de hacerlo de nuevo.

Dejas sentimientos en las personas a las que ayudas, dejas la luz que les diste en los tiempos de obscuridad y esa luz siempre quedará aunque ya no estés presente como un lindo recuerdo de entrega, de amor.

Pero hay que tener cuidado en andar dejando chispas de luz cuando no hay intención sincera, no siembres emociones que no puedes sostener, no dejes sin respuesta sentimientos que están sobre la mesa, no está bien romper un corazón, a la edad que sea y en el momento que sea, valora cuando te dicen un te quiero, insisto no siembres una ilusión de amor donde no va a haber una lluvia de cariño para que crezca.

No hay que tocar almas dañadas si no hay la intención de amar, puedes desencadenar una tristeza muy profunda de la que tal vez jamás te vas a enterar.

A los 40 estoy plenamente consciente en donde mantengo mis promesas, mis amores y mis sueños y me encanta porque realmente me comprometo a nunca dar de caducidad a mis sentimientos.

Gracias por tu tiempo.

lunes, 1 de octubre de 2018

Perder para encontrar

Perder para encontrar siempre van de la mano y no tiene que ser ni triste ni malo, a veces o más  bien la mayoría de las veces cuando se pierde algo o a alguien encuentras algo mejor y tampoco necesariamente es para encontrar a alguien más, lo importante es que te encuentras contigo, tal vez, tú eras la que estaba perdida y por fin te has encontrado.

Qué maravillosa oportunidad es encontrarte contigo misma, rescatar a la mujer que tal vez estaba en el olvido por ser esposa, madre, profesionista o la típica persona tan empatica que siempre se deja en último lugar, créeme, me ha pasado y olvidarme de mí misma me ha costado muy caro, con esto no digo que hay que ser egoísta y solo pensar en una. No, solo hay que verse al espejo y poner nuestra vida, nuestros sentimientos y a veces hasta la salud primero para después podernos dar al otro, si es que es realmente necesario, muchas veces estamos ahí solo por convicción y no porque se nos necesite de forma necesaria, generalmente somos nosotras las que nos sentimos necesarias y la verdad es que son las menos, tal vez sea mejor esperar a que se nos solicite y en el ínter a lo nuestro, a nosotras.

Perder no siempre es doloroso. Perder es necesario para crecer sobre todo de forma espiritual, nos lleva a conectar los sentimientos con la cabeza y es ahí donde proyectamos nuestro día, el hoy porque mañana ya llegará con su respectiva agenda, hoy es lo que importa y hoy la que importa eres tú.

Perder no es opción para ganar lo que sea, no es cerrar puertas y abrir ventanas, más bien es mudarse a un lugar donde encuentras paz, donde por las noches duermes mejor y tranquila, recuperas la almohada y abandonas la ansiedad, no es fácil pero con convicción y decisión se logra, no hay nada mejor que taparse por las noches con la cobija de la tranquilidad.

Dejarse perder es otra maravilla, terminar de comprender lo que te hace daño y sin temor a moverte abandonar lo que sea o quien sea sin mirar atrás, nadie hizo nada por detenerte, entonces no seas tú la que se detiene, si te perdieron mientras luchaste, mientras diste todo de ti ya no es tu responsabilidad, es una recompensa ya que comienza el camino a "recobrarte". 

El dicho aquel que dice "si amas algo déjalo libre,si regresa es tuyo sino nunca lo fue" la verdad a los 40 no tiene sentido, si se fue, fue para agarrar camino, ya parece que nos vamos a sentar a ver si regresa!! La verdad es que jamás me ha gustado sentarme a esperar...

Hoy solo me espero a mi y vaya que me he vuelto exigente con mis tiempos.

A los 40 he perdido y me siento afortunada porque me he encontrado y hoy lo más seguro es que no sea aún la mejor versión de mí, pero estoy en el camino y caminando ando.

Gracias por tu valioso tiempo.