Navidad

Hola Diciembre, de nuevo nos encontramos, he cambiado, todo ha evolucionado, mis hijos crecen y las cartas cartas a Santa ya son distintas, ya no hay juguetes, los sueños y las ilusiones se han transformado en metas personales donde yo solamente figuro como un consejo y soy mas un apoyo para ellos.

Hola Diciembre, que ha pasado? La Navidad ya se acerca y con ella una vez más las sillas vacías, las viejas, las nuevas, los recuerdos y la nostalgia... Con el frío dejas sentir tu magia, juntas la alegría de estar con la familia pero agarras de lleno de el corazón con los recuerdos.

Los vientos nuevos, las carcajadas, el pan y la sal, el amor se toca tanto en la risa como en las lágrimas, estamos, somos y seremos siempre amigos.

Hola Diciembre, las velas se encienden, las ilusiones se forman para formar los sueños nuevos y la retrospección se hace presente, de forma implacable, nos damos cuenta de lo bueno, lo malo, los triunfos y los fracasos de los cuales aprendimos, de los que nos han impulsado a llegar aquí, se valora lo que hay pero más lo que ya no se tiene, por bueno o por malo, comenzamos a agradecer por tanto y sobre todo por llegar, por ser y estar, por abrazar y besar, por despertar y caminar, por movernos y por observar todo lo que nos trajo hoy aquí, a este día, en esta noche.

Hola Diciembre, tanto que contar, cada quien sabrá lo que lleva en su maleta, cada quien sacara lo que ya no quiera cargar y dejará espacio para lo lindo, las emociones y las alegrías, lo que no pesa es lo que con gusto se podrá contar o se dejara vacía para volver a comenzar.

Aquí estamos de nuevo, en la fe y su altar, cada uno reza en sus valores y creencias, lo que se pueda se podrá conciliar, se toca en el ambiente esa fuerza divina, la que nos une en la mesa, la que nos da motivos y nos llena en amor.

Navidad, cuando nace en la noche la unión, la esperanza, el amor, es esta noche donde volteo, donde veo más allá de el árbol, la cena, los regalos, los juegos y los sueños, donde hace mucho en el lugar más sencillo, sin árbol, sin cena y con miedo, nació un niño que hasta hoy nos envuelve con su milagro de amor, de esperanza en el mundo y que con su mensaje, hoy llena mi futuro.

A los 40 la Navidad sigue siendo mi época favorita, por lo que significa y porque la comparto con mi Padre, mis hijos, mi esposo, mi hermana y su familia así como como con toda las personas que amo, te deseo muy felices fiestas y todo el amor y felicidad por siempre.

Gracias por tu tiempo.