martes, 17 de noviembre de 2015

Hasta siempre Alfredo!

Hasta siempre Alfredo!

Dice una canción: 
Cuando un amigo se va, 
Queda un espacio vacío,
Que no lo puede llenar
La llegada de otro amigo
Cuando un amigo se va,
 Queda un tizón encendido
Que no se puede apagar
Ni con las aguas de un río
Cuando un amigo se va,
Una estrella se ha perdido,
La que ilumina el lugar
Donde hay un niño dormido.
Cuando un amigo se va
Se detienen los caminos
Y se empieza a rebelar,
El duende manso del vino.
Cuando un amigo se va
Galopando su destino,
Empieza el alma a vibrar
Porque se llena de frío.
Cuando un amigo se va,
Queda un terreno baldío
Que quiere el tiempo llenar
Con las piedras del hastío.

Se nos adelantó un gran ser humano, un gran amigo, una excepcional futbolista, un niño bueno de alma noble, un guerrero como ningún otro, un hijo sin mancha, un hermano mayor, un miembro más de mi familia, Alfredo, siempre estarás con nosotros, dentro de nuestro corazón y recuerdos.

Justo se cumplió un año de tu diagnóstico, Cancer, que duro se escucha pero no tanto como lo combatiste, esa garra del futbol la pasaste a tu batalla personal, tu familia siempre sosteniéndote y los amigos apoyándote, ese fue tu legado, un legado de amor y de unión entre mucha gente que no se conocía y que por cariño a ti se encontraron, un ejemplo de tenacidad, sonrisas y amistad.

Nos duele a todos en el alma tu partida, la enfermedad gano...nosotros perdimos, te perdimos mi Fredo querido, nadie pensó que fuera a ocurrir, nos consuela un poco pensar que ya estás en paz, tranquilo y en la gloria de Dios.

Quisiera poder quitar un poco la pena de tus padres, tu hermana, la familia, los amigos, los cercanos y los que no, todos sienten ese gran vacío que nos dejas.

Agradezco a la vida la amistad tan cercana que tuvieron Santi y tú, es un cariño que esta lamentable distancia no va a poder borrar jamás.

Hoy brillas como siempre, la diferencia es que tu luz viajó y hoy brillas en el cielo.

Gracias por tu tiempo con nosotros, gracias por tu sonrisa sincera, gracias por esos partidos de futbol donde a todos nos asombrabas siempre, gracias por los juegos de FIFA entre los amigos, por siempre estar en las reuniones, gracias por haber sido tú mismo siempre.

Te fuiste joven, pero te fuiste siempre amado por todos para siempre.

Descansa en paz corazón, que Dios ya te recibió en el cielo y estoy segura con un balón en la mano.

Hasta siempre mi niño querido, un beso con mucho amor al cielo. 

Descansa en paz Alfredo Torre Ojeda.

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