Mi gente valiosa que recorre casa por casa en busca de alimentos, Medicinas cobijas y recorre las calles en moto, a pie, como sea para ayudar y llevar consuelo.
Dentro de la desgracia somos más los buenos, los que buscan que el otro este bien, sale a flote nuestro lado espiritual no solamente para rezar sino para ayudar a levantarse a los caídos, esa garra maravillosa que sale del corazón y brinda fuerza, esperanza y fe.
Todos tenemos miedo, estamos asustados, los que tenemos memoria sabemos de qué se trata, los que no reaccionan con valores y valor, cada uno desde donde puede, quedándose en casa para no entorpecer a los que saben el cómo hacerlo y los que nada los detiene para salvar a los demás, todos son valiosos.
El desconocido se vuelve amigo y el amigo se consolida, todo sirve, la oración, la cobija, la organización, la buena voluntad regresa ante un México que no solo está lastimado por el terremoto, es un aire de esperanza, de amor ante un México donde matan, roban y se fracturan familias.
Desde ayer están naciendo nuevos líderes sin saberlo, líderes buenos que encaminan un México mejor, de las desgracias siempre va a salir algo bueno.
A los 40 me encuentro asustada pero veo la fe y el amor en movimiento y me levanta e inspira, ayudemos todos, donando lo que sea, desde una lata de atún, un Sandwich para los héroes en movimiento, un depósito bancario o una oración.
Gracias mi México, animo! Somos todos y te vamos a levantar.
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