Cuando tocas el alma de una persona generalmente es para siempre, entonces los lazos crecen, se anudan y se hacen fuertes.
Solo hay que cuidarse mutuamente el corazón para no dañarnos.
Cuando nace un bebe ellos te tocan a ti primero y después a base de mucho amor logras establecer una conexión de por vida y si es tu bebe la conexión se realiza desde antes de concebirlo, es el amor en su estado más puro, lo más lindo porque lo formas, lo moldeas, lo cuidas, lo alimentas, ves cómo crece hasta el punto de amarlo tanto que lo dejas ir para que comience su siembra de amor lejos de ti... Y dejar ir a esa alma de amor y de entrega es lo que más lagrimas de alegría y satisfacción te dan, pero como ya están arraigadas, si las sembraste bien regresan al árbol, a su nido cuando es tiempo de hacerlo de nuevo.
Dejas sentimientos en las personas a las que ayudas, dejas la luz que les diste en los tiempos de obscuridad y esa luz siempre quedará aunque ya no estés presente como un lindo recuerdo de entrega, de amor.
Pero hay que tener cuidado en andar dejando chispas de luz cuando no hay intención sincera, no siembres emociones que no puedes sostener, no dejes sin respuesta sentimientos que están sobre la mesa, no está bien romper un corazón, a la edad que sea y en el momento que sea, valora cuando te dicen un te quiero, insisto no siembres una ilusión de amor donde no va a haber una lluvia de cariño para que crezca.
No hay que tocar almas dañadas si no hay la intención de amar, puedes desencadenar una tristeza muy profunda de la que tal vez jamás te vas a enterar.
A los 40 estoy plenamente consciente en donde mantengo mis promesas, mis amores y mis sueños y me encanta porque realmente me comprometo a nunca dar de caducidad a mis sentimientos.
Gracias por tu tiempo.
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