viernes, 7 de diciembre de 2018

Mi hermana.

Hablar de mi hermana me llevaría un libro, pero no quiero terminar el año sin hacerlo, solo es un breve reconocimiento de todo lo que ella representa en mi.

A lo largo de estos casi cuatro años siempre he mencionado a mi hermana pero jamás he escrito de ella como persona.

Mi hermana mayor y la única que tengo se llama Martha María, me lleva tres años y siempre ha cumplido cabalmente su labor de hermana al grado de ser casi mi madre en varios momentos.

Lo primero que recuerdo de ella es una niña muy bonita, alegre y traviesa de pelo largo muy rubio que reflejaba el sol, siempre cuidando todo lo que yo hacia, por preocupación ¡y por ocupación!, siempre atenta para acusarme o hacerme llorar para seguir siendo la que "mandaba" en todo, en los juegos yo era la que la servía, la que siempre llevaba el rol secundario o si se podía el último, así como una buena hermana mayor,  junto con Anita Machado me dejaban jugar a las escondidas para dejarme oculta en el closet donde me quedaba dormida mientras pensaba que había ganado y ellas jugaban de lo lindo.

Con mi prima Mayra Avila era su clienta en el juego del salón de belleza...no quiero contarles como quedaba mi pelo, hasta un corte disparejo me hicieron!! pero es el camino que una hermana menor debe de seguir.

Después cuando estaba con sus amigas Lupita, Blanca, Mary Carmen, yo me moría por entrar a su cuarto a convivir con las grandes, pero me corría y como podía me colaba a platicar par ser corrida de nuevo...

Pero no crean, eso fue como cualquier infancia, siempre me ayudo con las tareas y me defendía del bullying escolar, llego a peinarme cuando no podía, jugábamos tooodo el día, la verdad es que jamás me dejo sola, nunca lo ha hecho.

Cuando cumplí 15 años empezó lo divertido, hicimos alianzas que jamás se han cortado, nos volvimos mejores amigas.

Mi eterna complice de vida.

Siempre ha sido mi modelo a seguir en todo, desde su ropa y estilo que vaya que lo tiene, hasta la vida diaria, siempre recta, sincera, amorosa, mi mejor critica y la consejera mas leal.

Hoy todo ha cambiado, ya no me corre y me deja estar en las reuniones con sus amigas que tengo la fortuna de que me incluyan con ellas, hablo con mi hermana mínimo tres veces al día y no se terminan los temas.

Me dio el mejor de los regalos: mi sobrino Raúl que es el mejor amigo de mis hijos, son tres hermanos y amo que sea así.

Siempre esta al tanto de lo que me pasa y me cuida, me da ese abrazo que junta todos mis miedos y los desaparece, me da las palabras precisas en los buenos y en los malos momentos, me alienta y alimenta el corazón.

Mi hermana ademas de hermosa por fuera lo es mas por dentro, es de esas personas que rara vez te encuentras en el camino y tengo el lujo, el honor y la suerte de que sea parte de mi y de mi familia.
Desde niña sigo su ejemplo y lo seguiré siempre, admiro su espíritu de lucha, superación diaria y la nobleza de su corazón, no importa lo fácil o lo duro del camino, ella siempre sale adelante con la mas hermosa sonrisa.

A los 40 estoy muy orgullosa de mi hermana, gran amiga, hermoso ser humano, siempre entregada, muy guapa, sabe todo, literalmente lo sabe todo (no se donde crecí yo) a diario le agradezco a Dios por tenerla a mi lado, por haberme dado la oportunidad de vivir junto a ella y de poder seguir juntas en el camino a lado de  nuestro Padre y los hijos, es un regalo de vida poder llamarla con todo el orgullo "Mi hermana"

Gracias por tu tiempo.

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