miércoles, 5 de diciembre de 2018

En estas fechas

Cuando el dinero se siente junto a ti en una silla, entonces platícale como te ha ido y dale la importancia que tenga.

En estas fechas hay mucha nostalgia y depresión por personas que ya no están entre nosotros porque se fueron o se adelantaron en el camino. No te dejes arrastrar, mejor piensa que es mejor tener recuerdos que contar, ante lo que no se puede cambiar y duele, lo mejor es cambiar la actitud con la que se enfrenta.

Pero también es más fácil dejarse llevar por la tristeza maximizando las preocupaciones que la mayor parte solo ocurren en nuestra mente y minimizando lo bueno que tenemos en el día a día.

¿Se escucha familiar? Es más fácil no querer ir a una reunión de fin de año porque "no me veo bien" que porque "no quiero ir" es muy difícil ser honestos con nosotros mismos y así negarnos el pasar un rato agradable entre amigos o familiares.

También he estado ecuchando, no quiero ir porque seguro va a haber un intercambio de regalos y no tengo dinero...pues yo pienso que es más importante que las personas te abracen a que te den un regalo, sé que no es fácil salir de un compromiso, pero si lo es decir yo no entro porque ahora no puedo gastar y pasar un rato agradable, nadie tenemos una etiqueta de precio en la frente, lo importante es compartir tiempo con las personas a las que queremos y nos quieren. El verdadero regalo está ahí en la presencia de quienes amas, lo demás es material.

Otra cosa, validate, si así sencillo, hay que validarnos como seres humanos, ya basta de decir, estoy gorda y fea, no, quiérete como eres y trata de estar saludable pero haciendo las paces con el espejo, tambien si vas a dar un regalo, por más pequeño que sea, no lo hagas de menos, cuantas veces decimos "es un detalle que no vale la pena" tú sola le quitas valor, no importa si es un jabón, una nota, un chocolate, lo que sea, lo que importa es el sentimiento con el que lo entregas y seguro será muy bien recibido, así que no lo hagas insignificante. Hace unas semanas en un juego repartimos premios, nadie sabía que eran pues estaban envueltos, eran cosas sin gran valor monetario pero si llenos de cariño y diversión, todas quedaron contentas, lo importante fue la convivencia, la complicidad y la incógnita, no el contenido.

Y así vamos por la vida, angustiándonos por dar regalos y exigiendo que nos den uno lindo cuando lo mejor lo tenemos en las manos y en el corazón, dar tiempo, escuchando lo que se tenga que escuchar, abrazar en los momentos tristes y felices, eso es lo que realmente cuenta, estar junto a la familia, a los amigos, compartiendo vida, eso es el significado del fin de año, tener con quién hacer el recuento de los fracasos y de los éxitos, tener a quien contarle los planes a futuro. 

A los 40 claro que tengo nostalgia en estos días, pero sé que son emociones que yo busco, no que yo tenga, así que mejor me pongo en sintonía con algo más alegre, con los más grandes regalos que tengo que son mis hijos, mi Padre, mi familia, mi hermana, mis amigas, hay comida en mi mesa que puedo compartir y como sea aún me levanto por las mañanas a darle vida a mi hogar que está lleno de eso, de vida.

Gracias por tu valioso tiempo.




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