Hay momentos en que la vida te pone situaciones en las que no sabes qué hacer,en las que parece que los 40 tienes que seguir obedeciendo tus padres,a tu esposo o a tus hijos, cuando realmente la que tiene que obedecerse a sí misma y prestar atención a su persona eres tu, sin tener a nadie que te influencie ni que te regañe.
A los 40 los consejos son muy buenos,pero tú sólo tienes el poder de saber si lo sigues o no lo sigues,nadie como tú sabe bien lo que estás viviendo o por lo que estás pasando ya sea un divorcio, una enfermedad, una decepción, un fracaso o un problema de la vida diaria, todo en la vida tiene un precio y solamente tu sabes si estás dispuesta a pagar por ello, muchas circunstancias nos llevan al limite aquí es donde hay que poner focos rojos.
Los padres, quienes tienen la bendición de contar con ellos, son un gran apoyo, pero también pueden volverse una gran angustia o presión, pues ellos van querer tu bien, pero a su modo, quieren que actúes como te lo mandan o te lo sugieren, no es malo, al contrario, pero tampoco es óptimo para ti, si te dejas llevar por esos consejos y no resultan bien lo único que vas a provocar es un resentimiento muy grande en tu corazón, lo mejor es razonar todas las opciones que se te brindan o la que más te convenga,con la que mejor te sientas y la que te brinde más paz a nivel personal.
Tampoco te dejes llevar por los consejos de las personas que están viviendo algo parecido a lo que tú estás viviendo en este momento, las situaciones pueden ser similares, pero los resultados créeme que son totalmente diferentes en cada persona, lo que es bueno para ellos,a lo mejor no es bueno para ti, así que en el mejor de los casos, hazle caso esa corazonada que tienes que es lo más seguro la que te sacará adelante.
Recuerda que la depresión es un gancho muy fácil que te puede jalar en un momento de verdadera angustia, ahí es cuando tienes que pensar si tienes hijos, en ellos, no arrastrarlos contigo hacia es inmensa tristeza y si no los tienes, pues a pensar en ti para poder salir adelante, refúgiate en lo que mas te guste, tu trabajo, el cine, una amiga, no te quedes sola y aunque se escuche egoísta, no tiene porque serlo, recuerda que para estar bien,cuando tienes un gran problema y no involucra a nadie mas que a ti,primero tu, despues tu y al final tu, es simplemente una tabla de salvación para tu alma.
Recuerda que lo que es bueno para ti en un mal momento, si te da tranquilidad, es bueno para los demás. Nada es por casualidad y como dicen cuando se cierra una puerta siempre se abre una ventana y jamás hay que perderlo de vista.
Trata de rodearte de personas positivas,que sean empáticas contigo y que te escuchen si es necesario, diles que no quieres consejos que solamente quieres compañía, es muy fácil hablar sin que estén en tus zapatos, con esto no quiero decir que te tengas que encerrar dentro de tus problemas, solamente que es muy sano también el darte un tiempo antes de abrirte otras opciones, cuando estés lista y fuerte entonces sal y encara al mundo, pero con tus convicciones y decisiones bien cimentadas.
A los 40 a veces hay cambios fuertes en tu vida, cambios que a lo mejor te quitan hasta las ganas de vivir, no lo permitas, siempre va a haber momentos duros, después de la tormenta llega la calma, date tiempo, aclara tu mente y recuerda que nada,ni nadie a estas alturas, te va a vencer.
Todo lo que duele, te vuelve mas fuerte.
Levanta la cara, seca tus lagrimas, siempre de pie y fuerte como un árbol.
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