Existen momentos que una no quisiera afrontar, vamos, que parecen que son un sueño pero no lo son.
Las noches que parecen dias porque estás cansada pero no puedes dormir, te acuestas, cierras los ojos y por mas que intentas cerrar los ojos es como una lucha personal contra ti misma.
Los dias que pasan lento, las horas parecen que se multiplican y los minutos arrastran el reloj que no avanza...
Quieres dormir, correr, gritar, llorar, hablar pero al mismo tiempo tu voz no sale porque el el animo se apago...si esa energía y alegría se te atora en la garganta, conectas con el sentimiento pero no puedes desalojarlo de tu sistema, de tu parte puramente emocional.
Sonríes, caminas por el mundo, cumples con lo que tienes que hacer de la mejor manera posible, con la buena actitud que sale de algún lado que aun no conoces... nadie tiene porque cargar con esa angustia que te ahoga y te entierra.
Seria muy bueno hacer como el avestruz...pero no puedes.
Si, existen momentos que parecen tormenta, no ves la hora de que el sol salga, lo mas seguro es que tarde en salir de nuevo, ojalá pudiera brillar cerca de ti.
Aqui esta Dios, conmigo, contigo, en las noches de insomnio, en la preocupación, en las lágrimas, en la voz ahogada, en el grito del silencio, en la sonrisa forzada, en la platica diaria.
Aqui esta Dios en la mano de una hermana, de una amiga que te visita, que te llama, que te ayuda a rezar cuando tú no puedes, en la voz de tus padres, en la sonrisa de tus hijos, en la luz que entra cada mañana.
Aqui esta Dios, aunque a veces no lo sientas, aunque lo cuestiones y ya no creas, El te escucha, te ve, te conforta y acompaña.
A los 40 se que Dios esta aqui, se que en lo obscuro me cuida y también se que me regala a diario el sol, Creo en El, se que todo lo que pasa tiene un para que, aunque muchas veces el porque no lo llegue a comprender.
Mis angustias, mis oraciones, mi paz...se que estas aqui, gracias.
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