martes, 12 de diciembre de 2017

Agradezco al tiempo

Ya comienza la cuenta regresiva, siempre en estas fechas comienzo a cerrar ciclos agradeciendo lo que llego y se fue, las lagrimas, las risas, lo que dolió y lo que me dejo un  aprendizaje y generalmente estos son los que marcan el corazón.

Este año comprendí que mientras mas edad cumples, las penas se van sumando, tocas el lado de las perdidas o las enfermedades de los que son ya mayores, los que se van sin avisar y te dejan con el corazón desgarrado por la sorpresa y los que también emprenden el camino al cielo tras una enfermedad, el dolor es el mismo pero la comprensión es distinta, la aceptación se da de igual manera, con el tiempo y tras un duelo largo.

Pero así como hubo penas también celebre mucho, la salud de mi Padre por ejemplo que estuvo tan delicado y de verdad toque el miedo de poder perderlo así de pronto, Dios me ha regalado mas tiempo a su lado y hoy esta sano, muy contento y es lo que más agradezco junto con mi familia.

La salud es un privilegio, vaya que lo sabré yo.

Es tiempo de Adviento, de esperanza, de preparar el corazón, de enmendar errores, de perdonar, de conciliar lo que pueda conciliarse, de reconstruirme, de tener fe, de darme cuenta quien si, quien no y quien ya jamás, agradeciendo lo que se queda, porque siempre elijo quedarme con lo bueno, lo malo no vale la pena, se queda solo como cicatriz, es bueno saber que ahí esta pero que no daña, no duele, en cambio lo bueno enaltece a quien se fue y me enriquece por dentro, siempre que sume a mi alma y nunca dejar que reste a mi espíritu.

Es tiempo de mis hijos, hoy están mas cerca, de forma distinta, se han terminado las muñecas y las espadas, hoy hay platicas sobre reuniones, valores, amigos y sueños, esos que se trabajan día a día y que me llenan de orgullo, las risas son diferentes, ya de complicidad entre hermanos y me encanta, verlos como crecen es un privilegio que valoro todos los días, creo que no me di cuenta en que momento cambiaron tanto y al mismo tiempo permanecen siendo los mismos, deseo que esa esencia no cambie jamás, que su corazón no coleccione cicatrices y sus ilusiones se materialicen con el esfuerzo que ponen día a día, ya no voy delante de ellos y deje de ir a su lado, hoy voy detrás, observando, admirando y corrigiendo, pero sobre todo aconsejando por medio del ejemplo, espero no fallar en el intento.

El reloj no se detiene, es un monstruo sin piedad, nunca me deja saber a lo que me enfrento, solo me permite despertar y esperar las sorpresas del día y por las noches me da permiso para agradecer que todos estamos en casa y durmiendo en paz dentro las camas.

¡Que maravilla es poder dormir en paz!, es la almohada mas comoda.

Las puertas de atras ya cerraron y las principales se abren, que gran experiencia poder dar paso a lo que llega con amor, no olvido que debo dar para recibir y recibir para poder dar, sino se rompe el equilibrio, no puedo solo dar y dar, también he aprendido a recibir y me gusta, a todos nos gusta y no hablo precisamente de lo material que también esta padre, hablo de lo espiritual, aquí como a cada quien le acomode en el corazón y le de felicidad.

De lo mejor que he aprendido: Nadie puede hacerme feliz, pero tampoco nadie puede hacerme infeliz, me he hecho responsable de mis sentimientos, de mi persona, de mi salud, de lo que entrego y de lo que recibo, así de fácil pero que difícil ha sido poder comprenderlo y aplicarlo.

A los 40 agradezco el tiempo, sobre todo el tuyo que se que me lees con cariño, te lo regreso multiplicado.



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