"Acompañar, no es pared para recargarse, sino Puente para ir hacia otro lado"
Cada quien tiene sus alegrías, sus tristezas, sus momentos de luz, momentos de obscuridad, un lugar feliz y una cueva negra donde solo se puede estar así, en soledad o si lo decides, puedes dejar pasar a alguien para acompañarte.
Cuando acompañas en cualquier momento debe de ser de forma integral y por supuesto teniendo en cuenta tu papel, una cosa es aconsejar y tratar de ayudar de forma activa y otra muy diferente estar de acompañante, seguro estás pensando que una cosa lleva a la otra, déjame decirte que no.
Cuando me piden ayuda hago hasta lo que puedo dar en beneficio al otro, aconsejo, consigo, platico, en fin, todo para un bienestar de la persona que me lo pide.
Cuando acompaño, es estar ahí para tomar de la mano, para abrazar, para caminar, para decir un te quiero, aquí estoy, pero nada más, se escucha egoísta pero no lo es, a veces hay que caminar sobre fuego de forma solitaria pero sabiendo, sintiendo que hay alguien junto a ti para sostenerte cuando sales de la tormenta, no siempre tiene que ser algo doloroso, también puedes acompañar en momentos felices como un nacimiento o un cambio de vida, lo principal es "hacer sentir" que apoyas, que amas, que reconoces la capacidad de decidir, de amar, de levantarse o de caerse del otro, siempre con respeto, lealtad y honrando cada momento de "su" proceso.
El simple hecho de estar ahí es un abrazo al alma, al espíritu de luz que se reconoce cuando el otro trasciende en su camino.
A los 40 me ha tocado el privilegio de acompañar a personas que amo, unas ya no están conmigo pero otras si, junto a sus familias y eso en lo personal forma parte de las buenas experiencias que guardo dentro de la memoria de mi corazón.
Gracias por tu tiempo.
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