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lunes, 1 de octubre de 2018

Perder para encontrar

Perder para encontrar siempre van de la mano y no tiene que ser ni triste ni malo, a veces o más  bien la mayoría de las veces cuando se pierde algo o a alguien encuentras algo mejor y tampoco necesariamente es para encontrar a alguien más, lo importante es que te encuentras contigo, tal vez, tú eras la que estaba perdida y por fin te has encontrado.

Qué maravillosa oportunidad es encontrarte contigo misma, rescatar a la mujer que tal vez estaba en el olvido por ser esposa, madre, profesionista o la típica persona tan empatica que siempre se deja en último lugar, créeme, me ha pasado y olvidarme de mí misma me ha costado muy caro, con esto no digo que hay que ser egoísta y solo pensar en una. No, solo hay que verse al espejo y poner nuestra vida, nuestros sentimientos y a veces hasta la salud primero para después podernos dar al otro, si es que es realmente necesario, muchas veces estamos ahí solo por convicción y no porque se nos necesite de forma necesaria, generalmente somos nosotras las que nos sentimos necesarias y la verdad es que son las menos, tal vez sea mejor esperar a que se nos solicite y en el ínter a lo nuestro, a nosotras.

Perder no siempre es doloroso. Perder es necesario para crecer sobre todo de forma espiritual, nos lleva a conectar los sentimientos con la cabeza y es ahí donde proyectamos nuestro día, el hoy porque mañana ya llegará con su respectiva agenda, hoy es lo que importa y hoy la que importa eres tú.

Perder no es opción para ganar lo que sea, no es cerrar puertas y abrir ventanas, más bien es mudarse a un lugar donde encuentras paz, donde por las noches duermes mejor y tranquila, recuperas la almohada y abandonas la ansiedad, no es fácil pero con convicción y decisión se logra, no hay nada mejor que taparse por las noches con la cobija de la tranquilidad.

Dejarse perder es otra maravilla, terminar de comprender lo que te hace daño y sin temor a moverte abandonar lo que sea o quien sea sin mirar atrás, nadie hizo nada por detenerte, entonces no seas tú la que se detiene, si te perdieron mientras luchaste, mientras diste todo de ti ya no es tu responsabilidad, es una recompensa ya que comienza el camino a "recobrarte". 

El dicho aquel que dice "si amas algo déjalo libre,si regresa es tuyo sino nunca lo fue" la verdad a los 40 no tiene sentido, si se fue, fue para agarrar camino, ya parece que nos vamos a sentar a ver si regresa!! La verdad es que jamás me ha gustado sentarme a esperar...

Hoy solo me espero a mi y vaya que me he vuelto exigente con mis tiempos.

A los 40 he perdido y me siento afortunada porque me he encontrado y hoy lo más seguro es que no sea aún la mejor versión de mí, pero estoy en el camino y caminando ando.

Gracias por tu valioso tiempo.



jueves, 17 de septiembre de 2015

El Frío y los adolescentes

El frío

Ya comenzó el frío mañanero.

Como extraño esos días en los que mis hijos no repelaban si les ponía ropa térmica, uniforme, suéter, bufanda, chamarra y guantes, Jajajaja así tipo Canada y me quedaba con el antojo del gorro, de hecho creo que si se le he de haber puesto en algún momento, aquellos días que comenzaba con el famoso redoxon y demás multivitaminicos para llegar a Diciembre fuertes contra las gripes.

Hoy en la época puberta, se bañan en la mañana, salen si bien me va con el sweater y el pelo mojado corriendo al camión escolar o al coche lleno de amigos igual de empapados que ellos y las ventanas abiertas. No puedo evitar pensar "se van a enfermar" pero en fin, confío en las defensas de aquellos días en los que los mandaba como esquimales y para las diez de la mañana seguro ni chaleco traían ya, pero bueno, ojos que no ven corazón que siente.

Lo que si no puedo pasar por alto es que no se sienten a desayunar, en eso al menos me dan gusto y psicológicamente de eso me sostengo, pienso "bien desayunados les suben las defensas" y eso ayuda de la bendición me "garantiza" salud.

A los 40 si quisiera "forrarlos" de nuevo cuando siento frío, ya sea por las mañanas escolares o las noches de fiesta donde ahí si no hay manera que se lleven una chamarra porque "¿donde la voy a poner? ,Mejor llévamela cuando vayas por mi".
Sigo adaptándome a esta etapa inevitable de la adolescencia, se que no estoy sola, ¿te identificaste? Saludos.


viernes, 22 de mayo de 2015

Favor de ser Puntual

Ajústate al horario, no seas grosero.   

Ser puntual, es tu mejor tarjeta de presentación.

Si hay algo en esta vida que me puede caer muy mal es esperar.

Eso de que te den una cita, ya sea en el Doctor, en una reunión o con las amigas y que llegues y pasen 5, 10, 15 o mas minutos incluso horas y no lleguen, bueno se me hace una falta de respeto gravísima, yo se que hay momentos en los que te puedes retrasar hasta diez minutos por causas ajenas a ti como el tráfico, pero para eso sales con tiempo de tu casa y si ese es el caso te reportas diciendo que llegas tarde, no dejas a la persona esperando y mas si es la única con la que te reunirás.

Típico que te dicen: ¿pasas por mi? Ingenuamente aceptas y te tienen afuera esperando 45 minutos y lo peor es que no te puedes ir porque la queda mal eres tu por "intransigente" o "poco tolerante".

Igual en las citas médicas, te citan a las cuatro por decir algo y te reciben a las siete, eso es ser cero profesional, yo se hay emergencias y lo entiendo, pero cuando no las hay no hay pretexto alguno para que se queden horas con un paciente, yo creo que lo máximo que puedes esperar en un consultorio para tu cita es una hora extra, pero en fin, todos esperamos a que nos toque pasar sin importar la hora.

Las juntas deben de empezar en punto, ahí si no hay pretexto, se trata de ser profesional.

En cuanto a lo social siempre va a haber alguien a quien le digas nos vemos a las diez y llegue a las doce, ósea¿qué es eso? Mejor no queden, una se levanta temprano y corre como para que la dejen sola con el pretexto de llego en diez minutos cuando de seguro siguen en pijama y bata...me ha pasado y es horrible, muy molesto, no se siente tanto cuando hay mas personas, pero aún así no es normal.

También es horrible citar a una hora para una cena y que lleguen dos horas después, retrasas la comida, a lo mejor es algo del horno y se te puede resecar o quemar, o si es algo en frío se entibia, la anfitriona sabe sus tiempos y hay que respetarlos, llámame estricta pero hasta en las bodas o eventos es así, hay un horario y por algo es.

A los 40 tengo algo súper claro, la puntualidad es una forma de respeto al tiempo de los demás y al propio, no hay excusa o eres educado o eres imprudente, se me hace una gran falta de respeto.