Con el corazón feliz

Mi hija se encuentra estudiando lejos, ya se ha ido antes y la he extrañado muchísimo, esta ocasión se ha ido más tiempo y sorpresivamente esta vez la extraño diferente, la veo tan feliz y hablamos tanto por video que la espera no ha sido tanta.

Aún falta para que regrese y de alguna forma siento que nos hemos unido más, las pláticas son más empaticas y sé que ahora ella no sólo sabe que siempre estoy aquí de forma incondicional, ahora estoy segura de que lo siente de verdad y eso es algo maravilloso.

Dejarle el alma libre así como sus decisiones yo creo que ha sido un acierto, los valores tienen raíces profundas así como nuestra confianza y el valor de responsabilidad siempre lo ha tenido pero ahora ha aflorado de forma firme, hay nuevas emociones, está creando recuerdos, formando anhelos y sueños que está cumpliendo de forma cabal y la verdad estoy muy orgullosa de ella.

Se fue una y estoy viendo cómo va a regresar otra, más independiente de lo que se fue, más madura, ya la recibió el mundo dejándole saber que al regreso su casa, su hogar y su familia siempre estará aquí.

Se van cumpliendo metas que serán ahora grandes recuerdos en el tiempo y sé que nosotros, sus padres seremos figuras importantes en ellos, es increíble apostar por ella, por su vida y soltarla no sólo ha sido difícil también ha sido muy satisfactorio, lo que veo hoy...me encanta!! 

Tan chiquita para mí y casi mayor de edad para el mundo, cargarla de bebe, tomarla de la mano, observarla cómo iba creciendo y hoy a la distancia respiro profundo y la sostengo pero con el corazón... Que cambio! Cuantas emociones juntas y concentradas al verla sonreír en sus fotos, al escucharla por teléfono con esa voz tan linda, las anécdotas, sus carcajadas francas y la prisa por terminar la tarea o tomar el tren que la regresa del liceo a su hogar temporal.

Todo es provisional menos los momentos vividos que te cambian.

Jamás me rendiré en apostar por ella!! 

Los sentimientos no se manejan, se sienten, simplemente son.

A los 40 me pierdo en la voz de mi hija y su alegría, voy detrás, siempre iré, que padre vuelo lleva, seguiré observando el viaje de su vida, apoyando, aconsejando, respetando, animando, pero sobre todo amándola siempre desde donde este.

Gracias por tu valioso tiempo.