Todo el mundo, bueno no todos, pero la gran mayoría se queja de la cuarentena, claro que cansa no salir y regresar a la vida normal, sería una mentira decir que no así como también es una mentira que tienes que aprender un idioma nuevo, estaría increíble pero hay más cosas en el día, la cosa es saber ocuparse y no sentarse en un sillón a ver la tele desde que amanece hasta que anochece.
Se ha hecho costumbre escuchar a los demás quejarse cuando en la realidad tenemos que estar agradecidos por lo que tenemos, por ejemplo:
"Estoy harta de lavar trastes todo el dia", por supuesto que es cansado y parece que los vasos aparecen por generación instantánea en los cuartos y por donde volteas a ver, yo pido ayuda para levantar todo lo que encuentro y me ayudan bastante en casa, entonces realmente tengo que agradecer eso, que estoy con mis hijos, que no me encuentro sola y que ya saben lavar trastes, agradezco la nueva dinámica de tener un horario donde ellos también lavan y levantan, así que poco a poco los vasos desaparecen y ahora los encuentro secos y guardados en su lugar.
"No hay nada que valga la pena en la tele" entonces agradezco eso mismo, tener tele y poder buscar algo aunque no lo encuentre, el no hacerlo me da la oportunidad de terminar el libro que tenía pendiente o comenzar uno nuevo, tal vez no te gusta leer pero si puedes arreglar tu clóset o lavar tu coche o hacer cualquier otra cosa que te mantenga alejado del sillón y te salve de un buen dolor de espalda.
"Ya no hay tema de conversación por el teléfono con nadie", claro que se terminan los temas, todos estamos encerrados, entonces hay que agradecer que tenemos con quien hablar de lo cotidiano, sin novedades tristes, cuantas personas hay que no tienen a nadie con quien hablar, adremñas estoy convencida que siempre hay algo constructivo que compartir así sea una nueva receta de cocina.
"Es una molestia no poder ir a la iglesia" creo que no sean dado cuenta que ahora y siempre nuestro hogar es un templo pues Dios esta con nosotros, tan simple como prender la tele y escuchar misa, ya vendrán tiempos mejores y podremos comulgar de nuevo.
"Mis hijos son muy ruidosos" agradece tenerlos y que le dan vida a tu casa, vivir solo, si no sabes estar en paz contigo mismo ha de ser algo muy duro y triste, valora a tu familia, es momento de unir, de amar, de estar, de sanar, de escuchar, de conciliar y de perdonar.
Desde adentro puedes compartir, desde el autoconocimiento, desde el amor, solo desde ahí puedes convivir contigo y con los demás, aprovecha el momento y aprende a darte a los que amas.
Creo que estamos en un momento donde la depresión, la ansiedad, la desesperanza y la frustración están haciendo su entrada triunfal, no lo permitas, llama a alguien, trata de distraerte, medita, toma agua, el estar hidratado ayuda mucho en momentos así, comienza a hacer ejercicio, un rompecabezas, algo donde no tengas que estar pensando en el encierro, la tristeza es poderosa, si la dejas pasar es como un tobogán sin fin, te deslizas hacia abajo y si no frenas a tiempo la pasas muy mal para poder levantarte de nuevo.
A los 40 claro que tengo inquietud de saber que es lo que sigue con nuestras vidas, extraño a mi familia y mi rutina diaria, pero si me enfoco en eso solamente entonces no puedo ver lo que si tengo, si no agradezco entonces pierdo el sentido, busca lo que te motive y sal adelante, nada es eterno, todo es temporal.
Gracias por tu valioso tiempo.
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