“Vive de tal forma que al mirar hacia atrás no lamentes haber desperdiciado la existencia.
Vive de tal forma que no lamentes las cosas que has hecho ni desees haber actuado de otra manera.
Vive con sinceridad y plenamente. Vive.” Elisabeth Kübler-Ross. “La rueda de la vida.”
Ha sido un año de muchas perdidas, eso ya lo he escrito antes, pero ahora me doy cuenta que realmente aunque esas personas vivas o no, ya no están y que no lo han sido (perdidas) mas bien han dejado una enorme huella llena de aprendizaje.
Las que se fueron al cielo, dejaron en mi un gran testimonio de amistad, entereza y valor hacia la vida misma pues murieron de enfermedades terminales, la única que aun me duele mas que las otras es la de mi querido Fredo ya que se nos adelanto muy joven y aun le quedaba gran camino de alegrías y triunfos que recorrer, es un dolor que aun no termina de aceptarse y que le falta mucho para la aceptación dentro de mi familia, se le extraña mucho, muchísimo.
Las que aun están en este plano terrenal les agradezco tanto el que se fueran, me dejan grandes recuerdos lejos de un sentimiento negativo, se lo que di, como lo di así como lo que recibí en su momento, como dice el cuento del tren, se bajaron en una estación para seguir otro camino y mi tren continuo el que lleva sus vias, han subido muchas personas nuevas llenas de amor, de las que he aprendido mucho, algunas muy jóvenes, otras de mi edad y una en especial mayor de la que he recibido mucho cariño.
¡Que maravilla tanto crecimiento! hoy me encuentro en un momento de reflexión donde lejos de sentirme decepcionada, agradezco lo aprendido y me quedo con lo bueno, claro que lo malo no se puede olvidar, eso seria imposible, pero es bueno porque ya tengo el antecedente para no caer en situaciones que restan a mi alma y si coincidir con las que suman en la vida de los demás y en la propia.
A los 40 dedido, agradezco, me muevo en nuevos caminos y no estoy estática o en una zona de confort que me limita a seguir avanzando, si, se que los cambios traen a veces lagrimas, pero cuando logras secarlas, ves claramente, perdonas y te perdonas, abrazas a tu alma y sigues de pie, hoy por mi para estar para ti.
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