Mostrando las entradas con la etiqueta hablar. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta hablar. Mostrar todas las entradas

jueves, 18 de mayo de 2017

Paciencia y amor

“La única finalidad de la vida es crecer. La lección última es aprender a amar y a ser amados incondicionalmente”

Pasaje de: Elisabeth Kübler-Ross. “La rueda de la vida.” 

En los últimos días lamentablemente he estado en el hospital, alguien cercano a mi enfermó y se encuentra en terapia.

Es muy triste emocionalmente estar esperando resultados de los estudios de alguien quien quieres y más cuando hay momentos en que por ser varios doctores los diagnósticos a cada rato cambian y la verdad te descontrolan, en un minuto todo mejora y a los cinco siguientes aparece una complicación  nueva.

Es muy difícil estar buscando la emoción correcta para comunicar lo que está ocurriendo sin llegar a alarmar, mi esposo y mis hijos están muy alertas y sensibles a lo que pueda transmitirles y trato de apegarme de forma fiel a lo que escucho de los Médicos, la tristeza se puede tocar con los dedos y la esperanza se respira desde el corazón.

Mi familia ha sido golpeada en poco tiempo por las circunstancias, mis hijos han comprendido que todos somos frágiles ante una enfermedad, no importa la edad ni la condición en la que las pesonas se encuentren, eso es destino, es la vida que se presenta, nos guste o no es una forma de crecer y enfrentar nuestras propias emociones, nuestros más temidos miedos.

El amor en estos momentos es lo único que sostiene a quienes estamos juntos en esto, la fe a Dios crece, pero la unión espiritual y el demostrar ese cariño es lo que realmente hace que la fuerza salga del mal momento y se pueda transformar en uno bueno, donde las buenas noticias se presentan y todo se resuelve para bien.

Acompañar en estos momentos, hace una gran diferencia.

Todo es movimiento, nada puede quedar estancado.
Siempre lo he pensado y dicho:
Cuando las oraciones suben las bendiciones bajan, hay que pensar en positivo.

A los 40 compruebo nuevamente la fragilidad del ser humano, ante la adversidad solo hay un camino, la buena actitud, la paciencia en el tiempo, el pensar positivo y el saber dar y entregar todo el amor que puedas tener, gracias por tu valioso tiempo.


martes, 26 de mayo de 2015

Perdón, no quise lastimarte.

Perdón, no quise lastimarte.

Las palabras no siempre se las lleva el viento.

Perdón no era mi intención, fue un malentendido,no quise lastimarte, cuántas veces hemos escuchado estas palabras cuando ya es demasiado tarde y tu corazón se ha roto.

Piensa antes de hablar, te puedes arrepentir de haber abierto la boca.

Una vez leí que si tomas una hoja en blanco,le haces bolita, cuando la quieres planchar por decirlo de alguna manera jamás va quedar igual, las arrugas que le hiciste a la hoja nunca se van a quitar, también otra vez escuché cuando se rompe un vaso, un jarrón o como le quieras llamar y pegas los pedazos ya no es lo mismo, faltan partes, en China o en Japón no recuerdo bien,cuando algo se rompe tiene más valor porque ya tiene un recuerdo, yo no lo pienso si, yo creo que cuando alguien te lastima te quedas afectado y roto con una cicatriz ya de por vida.

Cuando estás enojado dices muchas cosas que no sientes aquí lo importante es pensar un poquito más con la cabeza fría y no dejarte llevar por el momento ya que puedes lastimar a alguien a quien quieres mucho y no merece ser tratado así.

También el tener un orgullo malentendido puede hacer que pierdas a una amistad, tu pareja o algún familiar a quien tú amas y de verdad si te quedas con tu orgullo te vas a quedar solo.

Te pueden lastimar una, dos, hasta tres veces pero cuatro yo creo que ya no te dejas.

Por ahí también he leído que el hombre es el único que tropieza con la misma piedra tres veces ¿a quien le gusta que lo lastimen?.

A los 40 estoy más que convencida que cuando quieres hacer daño a alguien lo vas a lograr y también sé que muchas veces lo puedes hacer sin querer, lo importante es tratar de remediar tu error lo más pronto posible o ver realmente si existe algo de trasfondo y si lo hay tratar de remediarlo.

 Si al final del día eres tú a quien lastiman, perdona, tratar de curar las heridas y lo más importante es seguir adelante aunque no sea fácil, te va a llevar mucho tiempo aunque te duela, pero es básico para poder seguir en paz, que al final del día es lo que uno necesita realmente vivir tranquilo y si alguien se tiene que ir en el camino pues tristemente adiós y que le vaya bien.

sábado, 16 de mayo de 2015

Hablando se entiende la gente.

Hablando se entiende la gente.

Darle razones y pruebas contundentes a alguien que no quiere escuchar ni entender es como hablar con la pared.

Esto generalmente pasa cuando quieres hacer algún aclaración por teléfono con cualquier empresa, te dicen, entiendo pero no puedo porque no se maneja así.

También pasa cuando no quieres darle un permiso a los hijos, te dicen, "es que todos van", tu contestas, "pero tu no porque no me gusta ese lugar, persona, momento, familia, evento, etc" y expones tus razones fundamentadas y te ven con cara de "soy el ser mas incomprendido del planeta" y además quedas como la madre mas injusta e incoherente del mundo, tengo la grandísima suerte de que mis hijos solo me repelan una vez, así que la tengo fácil, pero he visto a otros casi en proceso de exorcismo que de verdad es inconcebible.

También cuando estas organizando un viaje y le das todos los requerimientos al agente y tarda mas de una semana, cuando te marca te dice que esta complicado y que consiguió todo, pero ese todo es nada de lo que pediste, acabas haciéndolo tu sola por internet y más rápido.

Otra mas es cuando estas con el banquetero, tienes un evento, por ejemplo una primera comunión, te dan treinta menús, escoges uno y te dicen que queda mejor con otra cosa, accedes, pero entonces ya no lo hacen...entonces me pregunto yo ¿para que te dan los menús ya hechos? Mejor lo armas tu y es mas fácil, después de dos horas aceptan y todos felices.

A los 40 creo que las personas se complican, es muy fácil explicar, la cosa es que se quiera escuchar y entender.