Yo no puedo creerlo.
La sangre fría, la falta de valores, bueno aquí ya no los hay, la falta de familia, de Dios, vamos la ausencia de corazón, de respeto a las personas, a la vida, un maleante con una pistola y una bala, en un disparo, le quito la vida a Roberto, el mejor amigo de mi sobrino.
Así de fácil en un segundo le arrebataron a una Madre, a un padre a su hijo, dejaron sin hermano a dos y sin nieto a unos abuelos, los amigos quedaron incompletos, todos con un inmenso dolor con sabor a impotencia y a rabia, si a rabia porque nadie debió de privarlo de su vida, mucho menos un patán sin escrúpulos, estas son las cosas que no entiendo ni entenderé jamás.
Un muchacho bueno, guapo, valioso, católico, hijo de familia, amigo, emprendedor, comenzaba una vida adulta, con sueños, ¿dónde esta la seguridad? ¿dónde esta la justicia?
El dolor de la familia, de mi sobrino, lamentablemente murió en sus brazos, que imagen, que momento tan fuerte, como quisiéramos todos poder borrar ese recuerdo tan doloroso, como poder abrazar el alma de sus Padres, de mi sobrino, como se puede dar consuelo ¿de que forma? ¿Qué les puede decir uno para calmar un poco este dolor?.
Una pena obligada, una desgracia forzada por un desgraciado que marcó a mucha gente buena para siempre, que le robo el último suspiro a Roberto cuando tenía muchos años para respirar vida.
Todos los que lo conocieron y los que no estamos tristes, enojados y con sensación de miedo, estamos indignados de que nadie está seguro en esta ciudad, como es posible que un muchacho de 24 años, lleno de sueños ya no este aquí con la gente que lo ama y lo amara por siempre.
Se que Roberto ya esta con Dios, lo creo así porque mi religión y mis creencias son esas, espero justicia de los hombres y se que habrá una divina a su tiempo, apagaron la luz de los ojos de un buen niño, pero jamás apagaran la luz que dejó en los corazones de todos a quienes su corazón tocó.
A sus padres que no conozco todo mi cariño, mis oraciones y condolencias sinceras.
A mi amado sobrino S:
Amor, no se si me leas, no lo creo, en su momento te lo diré en persona porque ahora estas con tu dolor y tus amigos esperando poder velar a Roberto.
Te quiero muchísimo y lo sabes, eres alguien muy especial para tu tío y sobre todo para mi y se que para tus primos también, todos estamos tristes y te acompañamos en este momento de gran tristeza y confusión, quisiera poder quitar este peso de tu alma, lo único que puedo hacer en este instante es rezar por ti, por tu amigo y su familia, vas a estar bien, eres fuerte y bueno. Nadie se merece vivir lo que anoche ocurrió mi niño, aquí estamos todos para sostener tu corazón.
Te amo mi S, mi sobrino, mi niño hermoso.
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