¡Una emergencia!
Yo siento que mis padres me educaron bien para reaccionar ante una verdadera emergencia.
Me mantengo fuerte, tranquila hasta cierto punto tolerable, resuelvo lo que se tiene que afrontar hasta que pasa el evento y todo se torna sereno, normal, sin angustia, no importa el tiempo que tenga que transcurrir, soy así.
Hace unos días mi esposo se puso mal y lo lleve al hospital, la verdad nos asustamos mucho, yo mantuve la cabeza fría y llegamos a urgencias, gracias a Dios no paso nada de lo que pensamos seria un infarto, fue otra cosa relativamente sencilla por fortuna, pero si solicitas ayuda a toda la corte celestial y a los médicos también.
Fue un estrés muy fuerte pero me mantuve tan calmada como pude. Ya paso, el tratamiento ha sido un éxito y la vida transcurre como siempre, normal.
Después de un susto como este que fue enorme y sorpresivo, ya cuando veo que todo esta bien, lo confieso, me vengo abajo, me entra ansiedad, angustia, llanto y hasta puedo presentar fácilmente un ataque horroroso de ansiedad, esto se presenta mas o menos tres días después y es algo que no se explicar porque, a lo mejor algún especialista por aquí tenemos la respuesta, pero a ciencia cierta no lo se, también comienzo con momentos de fatalismo visualizando lo peor que pudo haber ocurrido pero que gracias a Dios no ocurrió, eso esta feo porque verdaderamente sufro y mucho, tampoco es que me instale en este modo de vida, pero si me dura unos dos o tres días el superar el trauma
Lo mejor que me puede ocurrir es que me abracen fuerte y no me suelten, eso me contiene y me hace sentir segura, en consecuencia mi estado de animo mejora y salgo rápido de la depresión por así llamarla. Por supuesto también me da tranquilidad el ver a mi esposo entero y feliz.
A los 40 las emergencias se comienzan a presentar, sobre todo en temas de salud, lo importante es afrontar, decidir y superar.
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