Mi hija adolescente me pidió ver una serie de tv, le dije que primero la iba a ver yo a ver si estaba en edad de hacerlo.
Comencé a ver la dichosa serie y bueno, no hay manera de que la pueda ver, así que también vi otras que ven las niñas de su generación y no es que yo sea de la vela perpetua pero no creo que este emocionalmente preparadas para las situaciones y los dramas que se presentan en varias de ellas.
De la mejor forma que pude le dije que no podía ver aun esas series pero que había otras que si podría ver y que estaban de acuerdo a su edad, es buena niña y aunque se que no le cayo nada en gracia que no le diera permiso, opto por ver las sugeridas y listo ya entro al mundo de las series.
Estaba yo revisando la clasificación de las mismas y de verdad creo que esta mal dirigidas, me considero con suerte porque mi hija no me hizo en ningún momento el drama puberto de que por que todas si y ella no, la verdad lo esperaba y me sorprendió que solo llegamos a una ligera mueca y un bueno esta bien.
Ahora las dos vemos programas que ya no son las repeticiones eternas de los mismos canales de siempre y esta padre, vuelvo a estar mas cerca por medio de estas series y lo que pudiera llegar a surgir ahí estoy para platicarlo, pero también hay días en los que se va a su cuarto y prefiere su “independencia” esta bien y estoy bien con eso.
A los 40 se que tengo un largo recorrido en cuanto contenidos con mis hijos, pero estoy plenamente convencida que para todo hay una edad y para ser adultos van a tener toda una vida para ello.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario