La lluvia y sus grandes regalos.
Me gusta el olor a lluvia, a tierra mojada, es algo que desde niña me ha encantado, no me gusta mojarme, pero me encanta escuchar como cae el agua desde el cielo.
Si hay truenos mi perrita Danzka se levanta y corre junto a mi, pero si la agarra ya muy dormida ni se despierta.
Agradezco que llueva porque luego hay sequía, dependemos de la lluvia para poder vivir.
El tono gris que aparece en el ambiente no me molesta, es lo que le va, a mi no me da tristeza, al contrario, me regala un buen momento para poner las cosas en orden, meditar un poco, me relaja.
El mejor momento para la lluvia es la noche, me arrulla, se que trae muchos inconvenientes también pero no puedo remediarlos y he aprendido a ser así, un poco egoísta con lo que no puedo cambiar como las inundaciones, eso es terrible, pero insisto, la lluvia es buena, deja el verde a su paso y al final del día el verde es vida y a los bosques, selvas, sembradíos y jardines les hace mucha falta, vaya que al mío le hace falta.
Dicen que Febrero loco y Marzo otro poco, bienvenida la lluvia que da la antesala a la Primavera, que baja un poco el calor y limpia el ambiente.
A los 40 valoro mas a la naturaleza y a sus cambios climáticos, eso si, no he de mentir, el frío, ese no es lo mío.
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