Cuando veo las estrellas recuerdo lo sueños de infancia, los deseos de adolescencia y los suspiros de mi edad adulta.
Cuando siento el silencio de la noche que nos envuelve en la ausencia de luz, recuerdo que no importa lo triste que me encuentre o el problema por el que atraviese, mañana saldrá el sol y con el tendré esperanza y volverá la luz.
La conciencia esta tranquila, los suspiros son de paz, en medio de un momento elevo una plegaria al cielo y se que todo va estar bien, se que así será.
Los proyectos se levantan, fluyen, todo es positivo y bueno, la vida es amable y se le escucha cantar, hay instantes que parecen eternos, se detienen en el tiempo y en su andar, pero al final se cumplen en el tiempo, nada se detiene, todo se acomoda y trae bienestar.
Deja que la vida vuele junto al viento y no contra de el, no sirve de nada negar, acepta lo que tienes y disfruta tu viaje, solo es tuyo y de nadie mas, nadie lucha tus batallas así que siempre va a ser bueno ganarlas o enfrentarlas, resuelve los pendientes no los compliques mas, mientras más rápido salgas, mas pronto te recuperaras.
A los 40 no me engancho con problemas que me quiten el sueño, acepto como se presentan las cosas y las resuelvo ya sea para bien o para aprender y crecer a partir ellas.
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