Todas las personas que me conocen bien saben que no me gusta que mis hijos falten a clases, pienso que el día de mañana cuando trabajen deben de ser responsables y no faltar por nada del mundo, también les enseño que lo que comiencen si después no les gusta ni modo hasta que lo terminen lo pueden dejar, hay que cerrar ciclos en todo y ser cumplidos.
Lo que no me gusta es cuando las vacaciones se terminan.
Me encanta estar junto a mis hijos, desayunar tranquilamente con ellos, ir al gimnasio, después tal vez por un helado, comer a una buena hora y por la tarde si no tienen plan ir al cine o ver películas en casa, de verdad que disfruto mucho escucharlos y platicar con ellos, su compañía es algo invaluable para mi, por eso cuando tienen que regresar al colegio me invade un poco la tristeza, si, ya se que llegan por la tarde, pero ya tienen tareas, gimnasio, amigos, etc y aunque estén en la casa la realidad es que la interacción disminuye bastante.
Tengo amigas que rezan porque terminen las vacaciones, eso nunca lo podré comprender, lo único que sé es que a mi me van a hacer mucha falta sobre todo los primeros días.
En fin a disfrutar este último fin de semana que los tengo libres y a seguir con el camino de la educación.
A los 40 se que siempre los voy a extrañar cuando van al colegio, pero también sé que en la hora de la comida seré muy recompensada con todas las anécdotas que me contarán.
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